martes, 9 de abril de 2013

La pérdida del primer amor para una persona que tiene el amor como algo extremadamente importante en su vida, puede ser algo trágico, puede lastimar mucho y dejar heridas que tal vez nunca terminen de curarse. La mayoría de las personas que fracasan en sus relaciones y más en la primera y más importante que es cuando uno se enamora por primera vez, terminan optando por dejar de creer en el amor, por convertirse en personas frías y poco demostrativas. Dependiendo de la fortaleza de esa persona y de cuánta voluntad esté dispuesta a poner para salir adelante. Ser pesimista puede ser bueno aveces, porque miramos siempre el lado malo de las cosas, tenemos en mente que no importa que tanto se esfuerce una persona por brindarnos felicidad, nunca dejamos de lado la idea de que pueda fallarnos. Puede ser bueno el pesimismo hasta cierto punto, pero ¿cómo saber cuando una persona realmente es digna de nuestro amor y de nuestra dedicación? Es imposible, por eso, cuando salimos lastimados, el camino fácil nos lleva a cerrarnos en nosotros y no darle paso a nadie para así resguardarnos de cualquier decepción, pero de esa manera nos estamos perdiendo de una de las cosas más lindas de la vida, que es enamorarse, amar y ser amado. No importa cuantas veces salgamos lastimados, lo bueno siempre viene al final, las personas que nos lastiman y son pasajeras en nuestra vida, no son más que parte de un aprendizaje, y de una especie de práctica. Todas esas veces que lloramos desconsoladamente, sintiendo que el mundo se nos viene abajo, pasando días sin ganas de comer, lamentándonos por cosas que ni siquiera hicimos, son dolorosas en el momento, pero NADA es lo suficientemente malo como para rendirse a la primera caída. Cada vez que sentimos que "se nos rompe el corazón" cada vez que otra persona hace que uno crea que nada es suficiente, no son más que pruebas. La vida no se termina con la partida de una persona a la que queremos, duele, pero se supera. Se aprende para la próxima, tarde o temprano la persona que merecemos y nos merece llega a nuestras vidas. 
No nos estanquemos en recuerdos, no dejemos que una persona sea TODO para no quedarse con nada si algún día decide irse. Hay que amar, y disfrutar el momento, ser feliz, sin preocupaciones, tranquilos, sin miedo y siempre siendo consciente que así como un día tenes a la persona que queres, al otro día puede no estar más.
No dejemos que el amor se desgaste, no permitamos que nadie derrumbe eso que construimos  Cuidemos a la persona que amamos para así, si algún día ya no está, podamos dormir tranquilos sabiendo que dimos lo mejor. 

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