lunes, 17 de diciembre de 2012

Quizá cuando menos te lo esperes te viene la felicidad sin buscarla o te dan una puñalada por la espalda, quizá cuando más ganas tengas de sonreír la vida te sorprenda y te haga llorar, o cuando más ganas tengas de llorar te vuelva a sorprender y te haga sonreír. 

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